Durante 2024, se realizaron cinco mesas técnicas con el objetivo de mejorar el acompañamiento integral de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. El enfoque incluye la captación de familias de acogida especializada y la implementación de estrategias con perspectiva de género y coordinación intersectorial.
El Servicio de Protección culminó un año de intenso trabajo con la realización de cinco mesas técnicas orientadas a fortalecer el programa de Familias de Acogida Especializada (FAE) en la región. Este programa brinda hogares transitorios y seguros a niños, niñas y adolescentes que, debido a vulneraciones graves de sus derechos, necesitan un espacio familiar que les permita iniciar su proceso de reparación.
En la región, seis programas FAE trabajan activamente en la difusión y captación de nuevas familias de acogida: El Quillay (Osorno), Calbuco, Puerto Montt, Puerto Varas, Ancud y Castro. Estos programas son clave para garantizar el derecho de cada niño y niña a vivir en un entorno familiar que les ofrezca amor, contención y seguridad.
Pedro Adrians, director regional del Servicio, destacó: “Uno de los ejes estratégicos de nuestro trabajo son los seis proyectos presentes en la región, que buscan robustecer las prácticas comunicacionales para captar nuevas familias y fortalecer el enfoque de género en nuestras intervenciones. Además, hemos logrado una mayor vinculación con actores clave, como los tribunales de familia, generando espacios de diálogo que han sido altamente provechosos para enfrentar desafíos comunes y avanzar en la protección integral de la infancia”.
Por su parte, Fernando Neira, director del programa FAE en Castro, señaló: “Estas mesas permiten una visión integral sobre la situación de los niños en la región y fortalecen el trabajo intersectorial. La coordinación con programas especializados en diagnóstico clínico también es clave para realizar ajustes metodológicos que ayuden a rehabilitar a las familias y devolverles el cuidado personal de sus hijos”.
Luis Alberto Lillo, jefe de Asistencia Técnica, Monitoreo y Evaluación, subrayó los logros de este año y los desafíos para 2025: “Hemos desarrollado protocolos y flujos de trabajo coordinados que garantizan una línea de acción precisa. Para 2025, uno de los retos será vincular las mesas de trabajo con el intersector y avanzar en la articulación con curadores especializados desde los programas Mi Abogado y Niñez y Adolescencia”.
El compromiso de los programas FAE en la región es claro: continuar articulando esfuerzos con todos los actores involucrados para garantizar procesos de reparación, acompañamiento y protección integral para los niños, niñas y adolescentes que más lo necesitan.
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