En Chile, según cifras del Ministerio de Salud, se estima que el cáncer cervicouterino es la quinta enfermedad más frecuente entre las mujeres, con tasas de incidencia y de mortalidad estandarizadas de 11,3 y 5,2 por cada 100.000 mujeres, respectivamente. Esta enfermedad, indicó la matrona del Servicio de Salud Chiloé, Ximena Navarro, puede ser detectada a tiempo y tratarse si se realizan los controles ginecológicos de manera periódica.
“Los controles ginecológicos son fundamentales para pesquisar de manera precoz y evitar enfermedades de ahí la importancia de realizarse el examen del Papanicolaou conocido como PAP, donde se obtiene una muestra que permite visualizar si existe o no la presencia de alguna lesión ocasionada por el Virus Papiloma”.
El cáncer de cuello de útero es causado por el virus papiloma humano (VPH), que es una infección de transmisión sexual (ITS) frecuente entre mujeres y hombres, bastante común en población joven, y reconocido como el factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer cérvico-uterino, puede ser prevenido con el uso de preservativo en todas las relaciones sexuales y pesquisado precozmente a través del testeo regular .
Lo importante, acotó la profesional, es que la población tome conciencia de la importancia del autocuidado, pues la muerte de una mujer genera un gran impacto a nivel familiar y social, más cuando existen las herramientas y medios para tratar esta patología.
El cáncer cervicouterino, según lo explicó la matrona Ximena Navarro, constituye una alteración celular originada en el epitelio del cuello uterino, que se manifiesta a través de lesiones precursoras de lenta progresión, desde displasias severas a cáncer invasor. Lo importante es que las usuarias pueden prevenir esta enfermedad mediante la inmunización, detección y tratamientos de lesiones preinvasoras.
Con diversas estrategias globales las autoridades han buscado acelerar la eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública. Ya en el año 2020, se incrementaron los esfuerzos en proveer medidas costo-efectivas tales como vacunación contra el virus del papiloma humano, VPH, tamizaje con pruebas de alto desempeño para búsqueda de VPH y tratamiento de lesiones preinvasoras, detección temprana, acceso rápido a tratamientos en cáncer invasivos. Por su parte la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el año 2018 difundió el Plan de acción para la prevención y control de cáncer cervicouterino
Fue a partir del año 2014, que se inició en Chile de manera gratuita la vacunación tetravalente contra VPH en las niñas de 4to básico (primera dosis) y 5to básico (segunda dosis) en la totalidad de los establecimientos del país.
En el año 2019, la estrategia se amplió a los niños que cursan 4to y 5to básico, donde las coberturas correspondientes al año 2023 en primera y segunda dosis para niños y niñas alcanzó los 88,5 y 79,4%, respectivamente.
Ximena Navarro, agregó que, en nuestro país, se inició por el año 1987 la detección precoz del cáncer cervicouterino mediante PAP en mujeres de 25 a 64 años cada 3 años, lo que ha entregado muy buenos resultados.
El año recién pasado, la cobertura de tamizaje de cáncer cervicouterino para las mujeres entre los 25 a 64 años alcanzó el 54,3%, siendo el primer año que la estrategia de test de VPH se incorpora a la medición y considera en la población bajo control, ambos exámenes de tamizaje (PAP-VPH), logrando un alcance total de 2.165.728 personas. Este test estará disponible a futuro en todos los Servicios de salud del país.
Otra de los avances en esta materia fue la incorporación del cáncer cervicouterino al Régimen de Garantías Explícitas en Salud (GES) que a partir del año 2004 garantizando acceso, oportunidad, protección financiera y calidad.
Actualmente es posible acudir a todos los establecimientos de la provincia, en horarios diferenciados a la toma de PAP, además de contar con el apoyo de Inteligencia artificial para contactar a quienes tienen su examen atrasado, se lo deben repetir y a quienes nunca se lo han realizado.
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