Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.
Doce días de terror es lo que hemos vivido este mes de marzo y que reflejan, de manera cruel y violenta, las consecuencias de la crisis de seguridad que estamos sufriendo como país y que parece sólo ir sumando muertes y dolor en este 2023.
Cinco carabineros han sido asesinados en los últimos once meses. Cinco uniformados, familias y comunidades que se convierten en el reflejo de la peor crisis de seguridad que podemos estar viviendo. Mártires que no deberían serlo.
Chile está enfermo y se está volviendo crónico. Los llamados a suministrar la cura entregan, de manera poco oportuna, paliativos que no le devuelven la salud que alguna vez tuvo.
Por eso, majaderamente, volvemos a hacer el llamado a las autoridades, a hacer más y hablar menos; a responder con acciones concretas que por sí mismas reflejen si están con Dios o con el diablo. Con los ciudadanos o en contra de ellos.
Desde el comercio vemos con horror como la violencia y el delito se han tomado la agenda pública, sin que el Gobierno tenga el control sobre ella. El mediático y anunciado Acuerdo Transversal por la Seguridad no fue más que eso: un anuncio vacío donde presenciamos un triste tira y afloja de las fuerzas políticas, mientras la ciudadanía sigue desprotegida y a su suerte.
Necesitamos con urgencia un aumento de las penas y de las facultades de investigación, una coordinación entre las entidades públicas que permita combatir este crimen, que parece más organizado que el mismo Estado, para que cuando se anuncie que a los delincuentes les caerá todo el peso de la ley, de verdad, les pese.
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