El Programa Familias de Acogida Especializada FAE PRO Castro, concretó el egreso de cuatro hermanos que estuvieron durante tres años en acogimiento, en una intervención que finalizó con la reunificación del grupo familiar, es decir, los niños volvieron a su núcleo de origen, bajo el cuidado de su madre.
Un cierre muy significativo para el programa FAE Castro, ya que en el período de tiempo en el cual se desarrolló el proceso de acogida, no sólo hubo beneficios para los usuarios, sino que también se formó un vínculo importante, por lo cual el equipo realizó una despedida especial para dar término a este caso.
Los hermanos de once, ocho, seis y cinco años, llegaron desde la Región Metropolitana a Chiloé iniciado el año 2019, y estuvieron bajo el cuidado de una tía materna en la comuna de Castro, quien fue una figura muy relevante para que la madre pudiese recuperar a sus hijos.
Apoyos en el área educativa, en vivienda y en el ámbito de salud con atención neurológica para tres de los hermanos, fueron algunos de los logros destacados por el programa, así como la misma relación de los niños y la familia con el equipo, que fue siempre con un espíritu de alegría y compromiso.
Así lo expuso Marcelo González, uno de los profesionales que trabajó en esta causa. “El proceso con la mamá se enfocó netamente en ir abordando nudos críticos, respecto al comportamiento de los niños, por un tema de hiperactividad. Lo primero que se logró es que se interrumpió la vulneración de derechos. Se empezó a trabajar la confianza y la vinculación, y esto permitió que ellos fueran avanzando hasta ya a mediados del año pasado, estar prácticamente estables. En marzo de este año el tribunal le otorga los cuidados (de sus hijos) a la sra. Marcela (madre). Eso es el mayor logro”, valoró.
Respecto de la etapa de acogimiento, el trabajador social reconoció que la familia extensa fue un apoyo fundamental. “Los niños se sentían muy bien al cuidado de su tía, encontraron en esta adulta a una persona bastante significativa, prácticamente una segunda mamá. Así que eso favoreció mucho el acogimiento. Ella siempre colaboró y tenía tremenda paciencia. Fue un gran pilar para lograr los objetivos, comprometida y muy cariñosa con sus sobrinos. Se dio un proceso muy bueno y se les colaboró en lo que más pudimos. Fue muy importante la reunificación con la familia de origen, considerando que es lo más complicado de restituir: el derecho de vivir en familia”, evaluó.
Los niños y su mamá ahora residen en Chiloé. Esta última, Marcela Ruz, tiene un trabajo estable lo que da mayor tranquilidad en una nueva etapa de sus vidas. “No nos equivocamos al llegar acá. Me hizo cambiar el chip y luchar por lo que más amo en esta vida que son mis hijos. Mi proyección es seguir teniendo un trabajo estable y lo primordial es poder tener una casa para ellos, que nos ha costado harto, pero no perdemos las esperanzas que algún día lo lograremos y quedarnos a vivir acá dentro de esta hermosa isla”, expresó.
A su vez, agradeció el apoyo brindado por el equipo del FAE PRO, así como de su familia. “Las duplas que tuvimos durante el tiempo que estuvimos en el FAE fueron excelentes. Su apoyo en todo sentido fue súper bueno. Y en poder recuperar a mis hijos, soy la mujer más feliz: Uno comete errores y de esos mismos errores aprende. Nadie dijo que sería la mejor mamá, pero día a día sigo intentando ser mejor por que el amor que siento hacia mis hijos es más grande que cualquier otra cosa”, sostuvo.
Añadió a ello que “a pesar de que mi hermana tenía la tutela de mis hijos yo siempre estuve con ellos desde el día que se fueron de mi lado y esto gracias al apoyo de mi hermana, su marido e hija”.
El director de FAE PRO Castro, Robinson Arias, explicó que en este egreso puntual se cumple uno de los objetivos del programa que es el retorno al núcleo de origen, lo que implicó todo un trabajo de los profesionales junto con las familias. “Cuando existe la interrupción de la vulneración de derechos, y nuevamente hay factores protectores los niños pueden retornar a sus familias de origen”, mencionó.
Además, destacó que el período de intervención fue más extenso, pero tuvo que ver con la necesidad de que termine de manera exitosa. “Este período que fue más extenso tuvo que ver con las dificultades del proceso, con el trabajo que se puede hacer con las familias, de origen en este caso, sin embargo, a pesar de que algunos procesos conllevan más tiempo la idea es poder lograr la reunificación que, en este caso, fue exitoso. Dar las gracias a las familias por las ganas de subsanar las situaciones que se podían trabajar en conjunto y así poder retornar a la familia de origen, y a los profesionales por su constancia en el trabajo”, mencionó.
Agregó que “se considera la opinión de los niños, de la familia guardadora y ahí se logra realizar el proceso de egreso. Durante un tiempo se observa la estabilidad de la familia, y este período es hasta que la familia logra estar completamente adaptada. Pudimos estar en ese proceso, hasta ver que la familia estaba en condiciones para poder egresar”, sostuvo sobre el término de este acogimiento.
De esta forma, para FAE PRO Castro el egreso de los cuatro hermanos es un éxito para el equipo. “Quedamos muy contentos que la mamá haya recuperado el cuidado de sus hijos y por lo mismo les hicimos un cierre de proceso acá en el programa, una actividad bonita con una once, juegos y música. Ellos estuvieron tres años y se conocían con todos los profesionales, así que se optó por hacer algo entretenido para ellos, más que entregar el típico regalo. Lo pasaron súper bien y eso nos deja muy conformes”, expresó Marcelo González.
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