En los últimos años se produjo una veloz conversión al formato digital, que no solo ha afectado a los trámites burocráticos, sino, además, a los procesos de oferta y demanda.
Según estudios de GfK Chile y Mercado Libre, 8 de cada 10 chilenos compran online, un comportamiento que ha motivado a un gran número de empresas a generar un nombre en Internet. Ya lo estarían mostrando, en este sentido, las cifras resaltadas por la Cámara de Comercio de Santiago, que ascienden a las 9000 empresas online en Chile.
Si bien esto supone un beneficio para el empresario, también lo estaría haciendo para los niveles de contratación, ya que el comercio online ha generado 120.000 puestos de trabajo, de los cuales un 47% son ocupados por mujeres.
El nuevo concepto de comercio
Este salto a lo digital vendría motivado por tres razones principales: la celeridad, la expansión y el beneficio.
En una sociedad globalizada que se encuentra en constante expansión, es preciso responder a la demanda del cliente de forma rápida y personalizada, de tal forma que ya no vale que el cliente acuda a un local y le digan que no queda stock de un producto. Las gestiones logísticas de los comercios online aseguran que, aunque el producto no exista de forma presencial en el momento del encargo, en lo que se tramita la orden, da tiempo a hacerse con él y despachar la entrega.
En líneas de lo anterior, un comercio físico llega a un número limitado de clientes, mientras que uno digital trasciende a las barreras físicas. Esto es especialmente interesante para los empresarios minoristas, ya que, en función del producto, pueden ver su oferta ampliada incluso a otras comunas y en ciertos casos a otros países.
En último lugar, la eliminación de intermediarios trae consigo un incremento del beneficio bruto, que permite la reinversión en factores que repercutan en la calidad del producto, haciendo así que este sea más preciado que el de la competencia. Por no decir que, de partida, cualquier empresa con presencia online tiene más probabilidades de éxito que aquella que no la tenga.
Los tipos de comercios online
Comprendiendo lo anterior, valdría especificar que se están produciendo dos vertientes bien diferenciadas: las empresas que están invirtiendo en sus propios sitios web y las que se están adhiriendo a plataformas previamente existentes.
En el caso de las primeras, hablaríamos de la clásica empresa que se introduce su nombre en la barra de búsqueda y como resultado aparece un sitio web propiedad de la empresa.
El problema con lo anterior es que la inversión asciende a sumas elevadas, puesto que no basta con crear un sitio web, sino que hay que acondicionarlo para posicionamiento web tanto dentro de la web como fuera, mediante la compra de enlaces.
No todos los empresarios pueden permitirse algo así, por ese motivo muchos están apostando por las plataformas delivery comohttps://www.pedidosya.cl/. A cambio de una comisión, el nombre de la empresa consta dentro de un listado de empresas que son filtradas por zona y tipo de producto. Con esto se obtienen tres beneficios:
· Se logra presencia online sin invertir en posicionamiento web.
· Una vez que los clientes conozcan la marca es más probable que quieran repetir debido a la facilidad de uso de este tipo de apps.
· Con el dinero ahorrado se puede reinvertir en la mejora del producto tanto en sus características como, incluso, en la contratación de personal para mejorar la calidad del mismo.
Si bien las empresas delivery suelen estar asociadas a restaurantes, sus aplicaciones se han extendido en los últimos tiempos a nuevas modalidades de comercio, de modo que ya no es extraño oír de supermercados, tiendas de mascotas, farmacias e incluso gasolineras que operan a domicilio. Además, atendiendo a la naturaleza de la entrega, muchas empresas aprovechan el servicio de mensajería para entregas locales, al tratarse de una opción veloz y como se decía con anterioridad, económica.
El comercio en Chile crece a pasos agigantados gracias a la conversión digital, llegando a una proporción de clientes nunca antes imaginada.
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