Gracias al oportuno aviso de un vecino alertando la presencia de un pudú herido en la ribera del río Cucao, tras ser atacado por perros, los guardaparques del Parque Nacional Chiloé pudieron rescatarlo e iniciar las acciones para lograr la recuperación de esta especie que se encentra en la categoría vulnerable.
Tras rescatarlo, los guardaparques de inmediato se contactaron con la veterinaria de la municipalidad de Chonchi, Carmen Gloria Olivares, quien realizó las primeras curaciones y atenciones, para posteriormente ser derivado al Centro de Rehabilitación “Chiloé Silvestre” de la comuna de Ancud.
Cabe destacar que durante el año los guardaparques de CONAF han salvado a cuatro pudúes de ataques de perros, por lo que se reitera el llamado a la tenencia responsabe y evitar abandonar perros en las cercanías de un parque nacional, ya que estos se convierten en una gran amenaza para la fauna ptotegida dentro de un área silvestre.
De este importante rescate se refirió Jorge Aichele Director regional de Conaf Los Lagos.
“Es destacable la labor que realizan nuestros Guardaparques aun en tiempos de pandemia protegiendo la fauna silvestre y el compromiso de la comunidad aledaña al Parque Nacional Chiloé, sin duda un gran equipo. Actualmente el Pudú se encuentra clasificada como una especie vulnerable en todo el rango de su distribución en el país lo que hace que su cuidado sea una actividad preponderante en las Áreas Silvestres del país.
También es oportuno recordar la importancia que tiene la tenencia responsable de mascotas, ya que lamentablemente ocurre que algunas personas abandonan a sus perros en los sectores rurales, los que posteriormente se asilvestran y se convierten en una de las principales amenazas para la fauna nativa”, sostuvo la autoridad regional.
Cabe consignar que el pudú es un cérvido nativo de la región andina de América del Sur, conocido comúnmente como pudúes o venados, por su semejanza con otros cérvidos que llevan su nombre, resaltando que son mas pequeños de esta familia.
En nuestro país se presenta en poblaciones aisladas, desde la ciudad de Curicó hasta la Región del Biobío, y en forma continua desde la Región de la Araucanía hasta la Región de Aysén, destacando que su mayor abundancia se presenta en la Isla Grande de Chiloé.
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