Enseña Chile, América Solidaria y Fundación Superación de la Pobreza – SERVICIO PAÍS son tres ONG que desde distintos ámbitos buscan aportar en el trabajo contra la desigualdad a través de programas que permiten a profesionales impactar donde más se necesita.
La crisis sanitaria, social y económica que se ha desatado a nivel mundial ha hecho aún más evidente la desigualdad que azota a los contextos más vulnerables. Frente a esta realidad, muchas personas se han sentido llamadas a hacerse cargo de este problema desde distintos frentes. Para ellos existen programas que van más allá de la ayuda y buscan involucrarse con los problemas a nivel profesional y desde el terreno, generando impactos sistémicos y cambios a largo plazo. Enseña Chile, América Solidaria y Fundación Superación de la Pobreza son tres organizaciones que tienen a disposición programas laborales y formativos para profesionales que están comprometidos con lograr un Chile más justo.
«Prepararse para un Chile más justo desde el terreno es esencial porque no basta tener buenas intenciones, no basta querer solucionarlo. Primero y más importante aún es entender el problema y eso es justamente lo que hace el terreno. Uno tiene la cabeza y el corazón donde están los pies y muchas veces por muy sensible e inteligente que uno sea, si tus pies no están en el terreno es muy difícil llegar a una solución real», afirma Tomás Recart, director ejecutivo de Enseña Chile. Su fundación ofrece el Programa de Liderazgo Colectivo, el cual permite a profesionales hacer clases remuneradamente por dos años en contextos con alto índice de vulnerabilidad mientras se forman para impactar en educación siendo parte de una red de agentes de cambio.
«Para América Solidaria siempre ha sido fundamental estar en los territorios y trabajar de la mano por y con quienes viven las exclusiones y vulneraciones, sobre todo cuando son niños y niñas. Pero hoy, cuando atravesamos una crisis sanitaria y social mundial, es aún más urgente: es allí donde se viven más crudamente los efectos que tiene la desigualdad, y si no actuamos hoy, mañana será muy tarde», explica Waleska Ureta, directora social de América Solidaria. Esta organización cuenta con un Programa de Voluntariado Profesional Internacional, donde durante un año los jóvenes ponen a disposición sus conocimientos y tiempo para levantar y gestionar proyectos vinculados a causas urgentes de pobreza infantil. Actualmente hay 53 voluntarios activos, y además comenzaron a levantar un “Voluntariado de emergencia” con características similares pero que dura cuatro meses y sólo se enfoca en responder a las necesidades que ha provocado el virus.
«Vivimos en una sociedad desigual y fragmentada, que requiere de todas y todos para superar las brechas sociales y territoriales existentes. Conectar, activar y visibilizar a las comunidades y sus recursos, con las oportunidades que ofrece el propio contexto, es fundamental para superar la pobreza y la exclusión. Ponerse al servicio de otros, vivir en conjunto la participación social, compartir un diagnóstico de los problemas locales y la motivación por enfrentarlos, trabajar por la igualdad de oportunidades y aprender unos de otros, es una experiencia única de transformar la vida de las comunidades y de los propios jóvenes», reflexiona Catalina Littin, directora ejecutiva Fundación Superación de la Pobreza. A través del programa SERVICIO PAÍS ofrece a cerca de 300 jóvenes profesionales la oportunidad de vivir y trabajar en un territorio rural o comuna vulnerable para insertarse en las comunidades y ser parte de una experiencia de intervención social.
La deserción escolar, el aumento del desempleo y los altos índices de pobreza seguirán siendo problemas una vez terminada la pandemia. La crisis social y económica por la que pasa Chile necesita el trabajo de todas y todos para generar cambios que permitan construir un país más justo. Jóvenes profesionales pueden aportar desde cada una de sus vocaciones a trabajar desde el terreno para lograrlo.
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