Experiencias de mujeres y hombres que dan cuenta de un proceso de entrega, protección y contención hacia niñas, niños y adolescentes son las que destacaron en la ceremonia desarrollada en el Centro Cultural de la comuna de Castro, donde se reunieron autoridades, integrantes de la sociedad civil y profesionales de los equipos técnicos de los programas FAE, éstos últimos esenciales en la etapa de acogimiento.
Durante el encuentro, se conocieron las experiencias de familias que han decidido cuidar a niños que han sido separados de sus núcleos de origen, por motivos de vulneración de derechos. También se concretó un foro panel donde las guardadoras, los directores de los programas FAE PRO Ancud, FAE PRO Castro y representantes de Mejor Niñez Los Lagos, respondieron las dudas más comunes que surgen entre quienes están interesados en acoger.
La directora (s) del servicio Mejor Niñez Los Lagos, Paulina Concha, resaltó la importancia que tiene el acogimiento, ya que con ello se evita que NNA ingresen al sistema residencial, muchas veces fuera de la Isla Grande. “Necesitamos más, no queremos que los niños de Chiloé se vayan y tengan un desarraigo por no tener la posibilidad de acogerse en el seno de una familia, par reparar y proteger. La otra opción que tenemos cuando existe vulneración grave de derechos es una residencia, que tenemos solo dos en la Isla y están en Ancud. Por tanto, un niño de Quellón, Castro, eventualmente si sufre una grave vulneración tiene que irse a Ancud, en caso de que haya cupo. De lo contrario, puede ser derivado a Osorno, por eso queremos que los niños sean protegidos en una familia, con amor, y compañía, y eso es lo que estamos fortaleciendo: restituir el derecho a vivir en familia”, enfatizó.
Adriana Ñancuz, es guardadora extensa en la comuna de Quellón. Esto significa que tiene un lazo sanguíneo con los dos niños que hoy en día tiene bajo su cuidado, hace dos años y contó que ha sido una muy buena experiencia. “Ha sido reconfortante, ha sido una experiencia hermosa. Somos un grupo familiar grande, tenemos cuatro hijos, dos grandes que estudian en la universidad, y dos menores que tiene 17 y 18. Cuando llegaron los peques, éstos tenían 4 y 6 años, entonces ellos son los regalones, hasta ahora. Mis hijos los quieren como sus hermanos, han tomado el rol de los hermanos grandes, de cuidarlos, y es rico para ellos que tengan esa empatía, ser solidarios, amarlos, y que los acepten”, sostuvo.
El director del programa FAE PRO Castro, Robinson Arias, explicó que la etapa de acoger tiene un método de intervención muy completo, donde las familias que deseen integrarse y cuidar temporalmente a un niño, niña o adolescente, contarán con todo el apoyo técnico y emocional, para enfrentarse a esta etapa. “Es de gran relevancia el poder contar con familias de acogida; esa es nuestra invitación, a que puedan acercarse a nosotros y convertirse en una esperanza, en un futuro para estos niños que han sido gravemente vulnerados, que es la manera en la que ellos llegan. Esta invitación es abierta para todos, como dijo nuestra directora regional, existe un proceso de evaluación y acompañamiento, por lo tanto, en esta tarea no están solos, las familias van a estar acompañadas y asistidas por nosotros, y mientras el compromiso sea acoger con amor, estaremos ahí para fortalecer a los niños que lo necesitan”, expresó.
Por su parte, el alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, se comprometió a ser un portavoz en el proceso de captación de familias de acogida a partir del lanzamiento del plan de difusión, junto a su municipio. “Tenemos un compromiso como comuna, para lograr cumplir con ese sueño y esa meta de poder encontrar familias que acojan en sus hogares con cariño, a niños, niñas, adolescentes que, en algún momento de su vida han sido vulnerados. Es un programa maravilloso y tenemos un enfoque especial para la niñez, así que agradecemos el compromiso de la gente, de la provincia, para asumir el día de hoy en el avance de estos procesos”, comentó.
Adriana Ñancuz, instó a la comunidad chilota a conocer el programa FAE PRO Castro, y a valorar este tipo de cuidado alternativo que, si bien es temporal, puede permanecer en el tiempo a través de los lazos generados durante el acogimiento. “Hay un poco de miedo de tomar la decisión de hacerse cargo de niños, porque vienen con problemas, pero es importante saber que con amor todo se puede y los insto a ser parte de eso, se van a sentir muy bien, y como decía otro testimonio, si la gente tiene miedo a encariñarse y no verlos más, se puede mantener el vínculo, y pueden seguir siendo protectores de los niños”, subrayó.
En Castro, el programa FAE PRO es ejecutado por ONG Coincide, cubriendo ocho de las diez comunas de la provincia de Chiloé (excepto Ancud y Quemchi). Cuenta con dos duplas psicosociales (psicólogo y trabajador social) y actualmente tiene 33 niños en familias extensas y cinco en familias externas (sin lazo sanguíneo).
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